
El desarrollo de chips de 3 nanómetros por parte de la empresa china SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corporation), marca un hito crucial en la industria global de semiconductores. A pesar de enfrentar duras sanciones internacionales y sin acceso a tecnología de punta, como la litografía EUV, SMIC ha logrado abrirse camino mediante métodos alternativos, impulsando la autosuficiencia tecnológica de China y redefiniendo el mapa geopolítico de la tecnología.
Así, la constante evolución de la industria de los semiconductores, impulsada históricamente por la Ley de Moore, la cual establece que “El número de transistores por unidad de superficie en circuitos integrados se duplicará aproximadamente cada dos años”, sigue empujando los límites de la miniaturización de los mismos, pese a los desafíos tecnológicos actuales.
Los chips de 3nm representan uno de los avances más importantes hasta la fecha, en cuanto al desarrollo de tecnología para la fabricación de semiconductores, ya que permiten integrar una mayor cantidad de transistores en espacios más reducidos, lo que se traduce en un mayor rendimiento y una mayor eficiencia energética. Hasta ahora, este terreno había estado dominado por gigantes como TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) y Samsung. Pero el reciente avance de SMIC, la mayor fundición de semiconductores de China, ha generado un nuevo punto de inflexión, que está reconfigurando el equilibrio de poder en la industria global.
SMIC: Desafiando las reglas del juego
SMIC ha logrado acceder al nodo de 3nm sin recurrir a la tecnología ultravioleta extrema EUV (Extreme Ultraviolet), considerada por muchos como imprescindible para esta generación de chips miniatura. En su lugar, ha utilizado una combinación de litografía ultravioleta profunda DUV (Deep Ultraviolet) junto con una técnica compleja conocida como auto-alineación de cuádruple patrón SAQP (Self-Aligned Quadruple Patterning). Aunque este método implica mayores costes, más pasos de fabricación y posiblemente menor rendimiento, ha demostrado ser una técnica viable.
Este logro es aún más notable, si se considera el contexto geopolítico que China y sus compañías tecnológicas han enfrentado. SMIC ha tenido que superar sanciones impuestas por Estados Unidos que siguen limitando su acceso a tecnologías clave y a equipos como los EUV de la neerlandesa ASML (Advanced Semiconductor Materials Lithography), que es el mayor proveedor mundial de sistemas de fotolitografía para la industria de los semiconductores y el único proveedor de esta tecnología en el mundo. En este contexto, la empresa china ha respondido con innovación, apoyo de inversión estatal y una estrecha colaboración con otros actores chinos, como Huawei y c consolidando un ecosistema nacional enfocado en la autosuficiencia.
¿Qué significa este avance para el mercado global?
La entrada de SMIC al mundo de los 3nm podría alterar la dinámica de competencia entre los grandes nombres de la industria. Empresas como TSMC (con cerca del 65% de cuota de mercado) y Samsung (alrededor del 9%) podrían enfrentar presiones adicionales para acelerar sus hojas de ruta de innovación. Mientras tanto, Intel, que aún busca recuperar terreno, también verá reforzada la competencia.
En el mercado chino, el impacto puede ser inmediato. Las compañías nacionales podrían dejar de depender de fundiciones extranjeras para obtener chips avanzados, fortaleciendo así la cadena de suministro local. Esto también podría generar una disminución de precios, gracias a una oferta más diversificada. Este avance de SMIC abre un nuevo abanico de posibilidades para ciertos sectores donde la rentabilidad o la autonomía estratégica son prioritarias frente al rendimiento puro.
¿Qué tan competitiva es la tecnología de SMIC?
Comparar directamente a SMIC con TSMC, Samsung o Intel no es sencillo, dado el uso de diferentes tecnologías. Los datos públicos sobre los chips de 3nm de SMIC son limitados. No se conocen aún cifras concretas sobre la densidad de transistores ni los porcentajes de mejora en rendimiento o consumo energético. Aun así, las diferencias en los procesos de fabricación permiten anticipar que los chips de SMIC, aunque inicialmente podrían ser menos eficientes que los de TSMC o Samsung, tendrían potenciales ventajas en costo y resiliencia, esto sin contar los potenciales avances que se podrían seguir produciendo a corto y mediano plazo.
La verdadera prueba será la producción a gran escala. SMIC ha demostrado gran capacidad técnica; ahora toca escalar esta tecnología y llevarla a una fabricación masiva, con buenos rendimientos y precios competitivos. Esto será determinante para su impacto global. Aun así, las empresas chinas han demostrado una gran competitividad y experiencia en cuanto a fabricación y escalabilidad. No hay que dejar de ver que, por algo, son la primera fábrica del mundo.

Made in China 2025: Tecnología, geopolítica y una estrategia nacional
El avance de SMIC no es un hecho aislado, sino parte de una estrategia nacional mucho más amplia. China ha identificado los semiconductores como un sector estratégico dentro del plan “Made in China 2025”, que busca la autosuficiencia en tecnologías críticas. Este enfoque ha sido respaldado con inversiones masivas del Estado, subsidios y la creación de fondos como «El Gran Fondo» para la industria de circuitos integrados.
A nivel geopolítico, la aparición de SMIC como fabricante de 3nm debilita algunos pilares estratégicos de países como Estados Unidos. Una de las razones por las que se ha considerado a Taiwán como una región de valor estratégico es su liderazgo en la producción de chips avanzados. Si China puede abastecerse internamente, el famoso «Escudo de silicio» pierde fuerza como factor disuasorio.
Además, el desarrollo de esta tecnología refuerza la soberanía tecnológica china, disminuye su vulnerabilidad a las sanciones y puede incentivar a otras naciones en situaciones similares a explorar vías alternativas de producción, generando una industria de semiconductores más fragmentada y multipolar.
Impacto en sectores clave
El desarrollo de chips de 3nm tiene un impacto transversal en múltiples industrias:
- Inteligencia artificial (IA): Los chips más eficientes permiten entrenar modelos de IA más complejos con menor consumo energético.
- Robótica y automatización: La potencia de procesamiento es esencial para robots inteligentes y sistemas autónomos.
- Supercomputación: Más transistores significan más capacidad para resolver problemas científicos y tecnológicos complejos.
- Comunicación 6G: La infraestructura de red y los dispositivos dependen de chips avanzados para su funcionamiento.
- Computación cuántica: Aunque incipiente, podría beneficiarse de la integración con chips de control y soporte más sofisticados.
SMIC podría convertirse en el proveedor de referencia para empresas chinas como Huawei, que ya ha mostrado interés en utilizar sus chips de 3nm para impulsar productos de IA y otras soluciones de vanguardia.
¿Un nuevo orden en la industria de los semiconductores?
Hasta hace poco, el mercado de chips de 3nm estaba casi completamente dominado por TSMC y Samsung. La aparición de SMIC rompe este oligopolio, al menos dentro del ámbito chino, y podría influir en los precios y la estructura del mercado.
A nivel global, el éxito de SMIC dependerá de factores como la fiabilidad de sus productos, el cumplimiento de patentes, la confianza del mercado tecnológico y, por supuesto, la evolución del contexto político. Muchas empresas seguirán prefiriendo trabajar con TSMC o Samsung debido a restricciones que aún están vigentes por parte de Estados Unidos.
Desafíos en el horizonte
Pese a los logros, SMIC aún enfrenta una serie de obstáculos significativos:
- Rendimiento de producción: La fabricación basada en DUV y SAQP es más compleja y propensa a errores.
- Costos de producción: Superiores a los procesos basados en EUV, lo que puede dificultar la competitividad.
- Escalabilidad: Pasar de prototipos a producción masiva es un reto técnico y logístico.
- Innovación continua: Sus competidores ya avanzan hacia los 2nm, y SMIC deberá mantenerse al día.
- Factores geopolíticos: Nuevas sanciones o restricciones podrían frenar su expansión.
La evolución de SMIC dependerá también de su capacidad para reducir su dependencia del extranjero en componentes críticos, como equipos DUV y materiales especializados.
¿Qué podemos esperar en los próximos años?
Los informes actuales indican que SMIC podría estar en fase inicial de producción o pruebas con chips de 3nm. No se espera una producción en masa a gran escala de inmediato, pero el avance es sostenido. Para 2025, SMIC ya prevé completar su proceso de 5nm, lo que sugiere que el despliegue masivo de 3nm podría ocurrir posteriormente.
Huawei, por su parte, podría ser uno de los primeros clientes en utilizar estos chips, lo que podría facilitar su adopción inicial. También se ha reportado que Xiaomi está explorando soluciones similares. Muy probablemente, habrá a una fase de consolidación tecnológica interna antes de abrirse al mercado global.

Una nueva era para la industria global
El progreso de SMIC en el desarrollo de chips de 3nm representa mucho más que un avance técnico: Es una declaración de intenciones. En un mundo donde los semiconductores son la columna vertebral de la innovación, el hecho de que una empresa china logre avances significativos sin acceso a tecnología clave, pone de manifiesto la capacidad de adaptación, innovación, resiliencia e ingenio de su ecosistema tecnológico. Este logro podría impulsar a China hacia una posición más sólida en la carrera por el liderazgo tecnológico global, mientras que desafía los mecanismos tradicionales de control y dependencia internacional. SMIC aún tiene mucho camino por recorrer, pero su incursión en los 3nm ya está dejando huella.
¿Te interesa el impacto de la tecnología en el futuro global? Comparte este artículo y únete a la conversación. ¡El futuro ya se está fabricando a escala nanométrica!
#SMIC #Chips3nm #TecnologíaChina #Semiconductores #IA #GeopolíticaTecnológica #MadeInChina2025 #Huawei #IndustriaTecnológica #Nanotecnología #DUV #EUV #InnovaciónChina